domingo, 8 de agosto de 2010

La Cueva de Hércules. Un expediente X en Toledo

El Gobierno y la Iglesia Católica ocultan la Cueva de Hércules

Una Conspiración de secreto y silencio se lleva tramando durante siglos en la ciudad milenaria de Toledo, situada a unos 80 kms al sur de Madrid, en España.

El Complot de Toledo, como las grandes conspiraciones, está orquestado directamente por el Vaticano de Roma, y su representanción religiosa más poderosa en España, el Arzobispado de Toledo. Curiosamente, y aunque algunas personas no lo sepan, la capital católica de España reside inmutable desde siempre en el bastión fuerte de Toledo, y no en Madrid.

Al igual que las grandes conspiraciones, como el complot contra Kennedy o el secreto extraterrestre y de Roswell, la conspiración de Toledo está tramada por los grupos vaticano-ocultistas.

Entrada de la Catedral de Toledo en la Plaza del Ayuntamiento, ya que ambos, Catedral y Ayuntamiento, comparten la misma Plaza, en el epicentro de Toledo.

Como el descubrimiento de este recinto sagrado y milenario de Toledo, la Cueva de Hércules, implica el hundimiento de la Iglesia Católica, el Vaticano no está por la labor. Por ello se ha blindado el acceso que viaja en forma de túnel desde los antiguos bajos de la desaparecida Iglesia de San Ginés, en el Callejón de San Ginés, hacia la Cueva de Hércules. El control del acceso de San Ginés está en manos de las autoridades del Ayuntamiento, que sirve a las autoridades eclesiásticas.

El actual Arzobispo de Toledo, Cardenal Antonio Cañizares, en la imagen con atuendo de capa roja, ha pasado recientemente a formar parte del Gobierno más íntimo y secreto del Papa Benedictus XVI.

La presión del Vaticano sobre el Gobierno español ha motivado la clasificación de La Cueva de Hércules como "materia reservada del máximo secreto", un auténtico Expediente X, tal como ha reconocido el CNI, Centro Nacional de Inteligencia español. Es habitual observar helicópteros militares patrullando la ciudad para vigilar cualquier movimiento arqueológico extraño, dirigido a cortar cualquier intento de descubrimiento de la Cueva de Hércules, amparados bajo la excusa legal de la protección del patrimonio cultural.

"Y cuando el ángel que tiene asido el pez en su mano, suelte el pez y éste caiga al suelo de la Catedral, sobrevendrá el Fín del Mundo"...
Así rezan los Cronicones de las Profecías de Toledo.


A mediados del siglo XVI aparecieron por la ciudad de Toledo unos extraños profetas, que predicando por las calles y plasmando por escrito en unos pergaminos, anunciaron Las Profecías de Toledo, que advierten que El final del mundo conocido comenzará a raíz del descubrimiento de la legendaria Cueva de Hércules, un evento que provocará una sacudida en cadena, una conmoción social y una hecatombe que destruirá la Iglesia Católica.

Estas profecías son conocidas hoy en día como "Los Falsos Cronicones de Toledo"; la tradición popular tildó los augurios como "falsos" por proceder del vaticinio de unos profetas videntes.

Contemporánemente al Cardenal Silíceo, hacia el año 1560, aparecieron los Profetas de Toledo, que vaticinaron unas Profecías que causan el pánico en el Vaticano y en toda la Iglesia Católica.

Si después de 2000 años de historia vaticana, la Iglesia Católica desaparece, efectivamente eso implica un Cambio de Era en la Historia de la Humanidad. Muchos secretos y la solución de muchos enigmas serán revelados a partir del descubrimiento inicial de la Cueva de Hércules. Cuando se desclasifiquen todas las informaciones y documentos históricos del Vaticano y todos sus secretos salgan a la luz, causarán consternación y horror en la opinión pública mundial.

El Ayuntamiento de Toledo lleva autoconcediéndose repetidas partidas presupuestarias millonarias, precisamente para tapar y bloquear el túnel que lleva a la Cueva de Hércules, a fín de que nadie pueda dar nunca con la Cueva de Hércules, y todo con el propio dinero de los contribuyentes, alegando que el sótano de San Ginés necesita obras y arreglos interminables.

Dentro de La Cueva de Hércules se halla a buen recaudo la Mesa de Salomón, tan buscada por todos los exploradores y órdenes secretas, durante siglos; se trata de un ordenador sobrenatural de poderes extraordinarios, capaz de dominar el mundo. Con este motivo de apoderarse de la reliquia sagrada, Heinrich Himmler se presentó en Toledo en 1940, con una sección de 25 oficiales de las SS.

Aunque ya existían viejas crónicas medievales que hacen referencia a la Cueva de Hércules, el descubridor y promotor moderno de todo este descubrimiento es el profesor e investigador hispano-alemán, Alberto Canosa, el cual lleva trabajando en su proyecto arqueológico desde hace más de 20 años. Desde hace unos años, el investigador Fran Garcia trabaja en estrecha colaboración con el profesor Canosa en el descubrimiento de la Cueva de Hércules.

Los investigadores Alberto Canosa, a la derecha, y Fran Garcia, a la izquierda, sobre el horizonte de la ciudad de Toledo. A la izquierda se puede apreciar la Catedral, y a la derecha de la imagen el Alcázar.

Ambos investigadores se han encontrado con una férrea oposición por parte de las autoridades religiosas, municipales y autonómicas de Toledo, así como la denegación de ayudas por parte de todas las administraciones y del Gobierno central de Madrid. Es por eso, que actualmente, buscan la colaboración de un socio mecenas, financiador privado, que pueda costear los gastos necesarios para promover este descubrimiento histórico.

Video de Alberto Canosa sobre La Cueva de Hércules

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