En los siglos IV y III a.C. Toledo aparecía como una ciudad carpetana de la Celtiberia, pero impregnada con un profundo sello hebreo. Iberia ya había sido antes invadida por griegos y anteriormente por los hebreos...
Con el desembarco romano en Ampurias, ciudad situada en la actual provincia de Gerona, en el año 218 a.C. comienza la Conquista Romana de Hispania, que duraría hasta el año 19 a.C.
La lucha por Hispania había irrumpido como un pulso entre Cartago y Roma por dominar el Mar Mediterráneo. Roma estaba decidida a terminar con las colonias cartaginesas que se habían instalado en la Iberia Mediterránea desde el año 227 a.C. al mando de Asdrúbal.
Desde el 197 a.C la Hispania Romana quedó dividida en dos provincias romanas: la Hispania Citerior al norte, con capital en Tarraco, y la Hispania Ulterior al sur, con capital en Córdoba, ambas recorriendo la costa mediterránea. La Hispania Citerior era la más cercana a Roma y la Hispania Ulterior era la más alejada de Roma. El mapa de la Hispania Romana iría cambiando a lo largo de los años posteriores. Cada provincia estaba gobernada por un Procónsul o Pretor Romano.
Ya desde el año 197 a.C. empezaron las rebeliones contra Roma en la Hispania Citerior, y hacia el año 195 a.C. la rebelión se había extendido en la Hispania Ulterior. En el 194 a.C. se desató una gran rebelión en la Hispania Ulterior, a la que se sumó la Hispania Citerior, y juntos derrotaron al Ejército Romano, perdiendo la vida el Pretor Romano Cneo Sempronio Tudetano.
En el 193 a.C. Marco Fulvio Nobilior es nombrado Pretor de la Hispania Ulterior para sustituir a Sempronio. Con una campaña rápida de éxitos militares, el Pretor Marco Fulvio Nobilior recupera los territorios de la Hispania Ulterior para Roma, y avanza hasta llegar a la zona central de la Península. El Ejército Romano se detiene ante un bastión fuerte: Toledo.
El historiador romano Tito Livio en su libro "Ab urbe condita libri" "Desde la fundación de la Ciudad", (se refiere a Roma y se conoce popularmente como "La Historia de Roma desde su fundación"), escribe sobre Toledo: "Parva urbs, sed loco munitia" "Ciudad pequeña, pero bien fortificada". Y escribe bien: ciudad, que no poblado, como muchos pudieran pensar. Las referencias romanas describen a Toledo como una ciudad amurallada, y que ocupaba una superficie aproximada como de unas 40 hectáreas.
Una gran Coalición de carpetanos, celtíberos, vacceos, y vettones acuden al auxilio de Toledo y entablan una gran batalla contra los Romanos en las cercanías de Toledo. Los Aliados Ibéricos rechazan la embestida romana y mantienen Toledo a salvo. Los romanos tan solo han conseguido apresar a Hilermo (Hilernum), que se cree que era el Rey de los Vetones.
Ha sido un tanto extraño. Hasta ahora, la Conquista de Hispania había sido como un paseo militar. Las aldeas y pueblos ibéricos caían rendidos ante la abrumadora superioridad romana, con un ejército de hierro, numeroso, temible, y muy bien organizado. Y de repente, de la nada, en medio de la Península Ibérica, aparece una imponente ciudad, magníficamente fortificada, como si fuera el reflejo de un Pasado esplendoroso y sobrenatural.
Para esta ocasión van a entrar en acción las grandes máquinas de guerra del Ejército Romano, desconocidas en muchas tierras de Europa. Un año de preparativos ha engrasado toda la maquinaria de guerra romana para conquistar Toledo. Solo queda dar la orden de asalto por parte del Pretor Romano Marco Fulvio Nobilior.
En este punto del centro geográfico de Iberia se decidirá todo; si las legiones romanas van a poder conquistar todo el resto de Hispania o por el contrario ahí van a encontrar el tope de sus aspiraciones. Los informes dicen que en el norte de Hispania abunda el oro y otras riquezas.
Ha llegado el momento. Fulvio da la Orden de Ataque; los Romanos sitian Toledo. En un primer momento la ciudad resiste de nuevo. Oportunamente llega la ayuda de un ejército de Vetones. Es por ello que se cree que el apresado Rey Hilermo pertenecía al bravo pueblo de los Vetones...
Pero a pesar de todos los esfuerzos, la embestida de los Romanos, hecha a conciencia, y ayudados por sus pesadas y diabólicas máquinas de guerra, es terriblemente fuerte, como si una ola de fuego hubiera llegado desde el mismísimo infierno para arrasarlo todo.
Finalmente los Romanos logran conquistar la ciudad.
Toledo se convirtió en una plaza fuerte romana pero todavía la zona estaba dominada por los carpetanos. Las posteriores campañas de Sempronio Graco en el año 179 a. C. pacificaron la zona, iniciándose el proceso de romanización, y Toledo sirvió a partir de ese momento como base para la conquista de la Meseta Norte.
¿Por qué era tan importante la toma de Toledo para Roma? ¿Por qué resultó ser la base principal de operaciones para continuar con la Conquista Romana en Hispania? ¿Y por qué acudieron todos los pueblos de la Hispania Central para defender a Toledo?... Había algo especial en Toledo que hacía de esa ciudad el Centro Sagrado de la Península Ibérica.
En donde hoy está la Catedral de Toledo en aquél tiempo había una Sinagoga judía, en medio de esta ciudad íbero-carpetana. Aquello era algo chocante.
Pero lo que más le llamó la atención al Pretor Fulvio de la ciudad de Toledo, sin duda, es que allí, junto a las orillas del Río Tajo, y en una zona prominente de los alrededores de la ciudad, se alzaba imponente una descomunal y asombrosa Torre apoyada sobre 4 grandes leones metálicos.
El enclave espectacular, que parecía sagrado, había sido contruído por el Rey hebreo Salomón hacia el año 1030 a.C. y el gran edificio estaba custodiado por 12 sacerdotes hebreos. Además del Palacio, existía también en Toledo una Cueva sagrada, construída igualmente por Salomón, cuya entrada estaba prohibida, bajo pena de maldición grave. Fulvio nunca había visto maravillas semejantes.
El Pretor Fulvio, viendo el poderío sobrenatural de la construcción, y supersticioso con los dioses, para que no se volviera ningún dios en su contra, decidió no tocar nada de aquella herencia histórica, sino respetarla tal cual estaba.
Marco Fulvio era un ferviente admirador de la cultura griega y del héroe divinizado Hércules. Por eso a partir de la conquista romana, el nombre del Palacio de Salomón de Toledo se fué romanizando y pasó a llamarse en la cultura hispano-romana como Palacio de Hércules. Salomón sería el nombre hebreo y Hércules el nombre pagano.
La leyenda de Hercules se entrecruza con la historia más remota de Toledo, pues según la Mitología Pagana, Hércules habría contruído la Torre y la Cueva de Salomón, además de fundar, supuestamente, la ciudad de Toledo. En la Mitología, había un dios Hércules griego que se correspondía con el dios egipcio Toth, el dios de la sabiduría. Acaso un dios, junto a muchos otros "djins" "dioses genios" que trabajaron para las obras sobrenaturales que construyó el Rey Salomón.
En el año 191 a.C. el Pretor Romano Marco Fulvio Nobilior, después de 2 años de campañas militares exitosas en Hispania, regresó a Roma, en donde fué reconocido y premiado. En el año 189 a.C. fué nombrado Consul, y siguió cosechando éxitos en su carrera política y militar.
Marco Fulvio hizo muchas obras públicas en Roma. Entre ellas, mandó restaurar el Templo de Hércules, recordando seguramente el enclave sagrado de Toledo.
El Pretor de Roma que conquistó Toledo, Marco Fulvio Nobilior, no se atrevió a profanar los aposentos sagrados de Salomón. Algo que sí haría, muchos siglos más tarde, el Rey de los Visigodos, Rodrigo, en el año 711 d.C. causando trágicas consecuencias, tanto para él como para toda España.