Pillados con las manos en la masa

¡Los responsables del gobierno de la ciudad de Toledo han sido pillados y retratados intentando destruir todos los valiosos restos históricos visigodos de la Vega Baja, una zona arqueológicamente muy rica de la ciudad. ¡Les importaba un auténtico carajo el patrimonio cultural e histórico de los toledanos!... Por eso fueron denunciados por los ciudadanos, e inmediatamente desautorizados y forzados a paralizar todas sus irregulares maniobras, por las instancias legales superiores y competentes.

Dice el dicho popular que se coge antes a un mentiroso que a un cojo. Y tarde o temprano terminan cayendo todos aquellos que obran con engaño y en perjuicio de sus semejantes.

Para nosotros no es ninguna sorpresa lo que ha ocurrido en Toledo, pues llevamos años denunciando ante la opinión pública que los responsables políticos y religiosos, municipales y autonómicos, están cometiendo un ocultamiento del patrimonio histórico-cultural al mantener escondida e inaccesible La Cueva de Hércules. ¿Se puede decir esto ya con mayor claridad?

Pero todavía había algunas personas y algunos medios que no creían nuestras advertencias de que los poderes en esta ciudad no estaban actuando con transparencia y sensatez. La prueba en realidad es muy sencilla, no hay más que ver con horror cómo bajan las aguas envenenadas, sucias y nauseabundas del Río Tajo, el mismo en el que hace sólo unas pocas décadas se bañaban y se refrescaban contentos todos los vecinos siempre que llegaba la estación veraniega.

Esto no tiene por qué ser así. La gente de Toledo ha permanecido hasta ahora conformista y adormecida. Afortunadamente este panorama cívico-social está cambiando actualmente.

Esta situación de censura y engaño planificado que existe en Toledo no es algo único de este lugar. A veces ocurren este tipo de situaciones en muchos lugares. Recordemos por ejemplo el reciente Escándalo de Coslada, en donde resulta que toda la estructura de la policía local, en vez de proteger a los 90.000 vecinos de esta población, se dedicaban a mantener una red mafiosa de extorsión, amedrentamiento, proxenetismo, etc..

La enseñanza de este tipo de casos es que los ciudadanos debemos confiar en nuestras autoridades, sean del tipo que sean, políticas, jurídicas, policiales, religiosas, etc.., pero hasta cierto punto. Rebasado ese punto del sentido común, de la decencia, y de la legalidad, los ciudadanos nos vemos obligados a ejercer el derecho de defendernos, a denunciar las injusticias y las arbitrariedades.

¿Y cómo está ahora la situación en Toledo? Pues la ciudad es un hervidero y el escándalo lleva coleando en los medios de comunicación durante todo el año, y es la habladuría común ya en todas las conversaciones de vecinos, los distinguidos habitantes de la ciudad de Toledo.

La última gran escandalera en la ciudad es que hace poco tiempo se les ha pillado a las autoridades de Toledo con las manos en la masa, queriendo destruir todos los restos históricos visigodos de la zona conocida como la Vega Baja, así de fuerte, como suena.

El pelotazo urbanístico está a la orden del día en muchos municipios de España. Se declaran oficialmente "urbanizables" unos terrenos, y ya, con ese permiso del Ayuntamiento, se puede construir allí todo tipo de urbanizaciones de chalets independientes, pareados, adosados, o lo que se tercie en edificar, ya sean negocios, parques temáticos, etc...

Esta actividad de especulación urbanística dá mucha pasta, sobre todo a los que la cobran. Véase el caso de Marbella y otros muchos, por donde han ido pasando millones de euros de unas manos a otras y de unas cuentas a otras, o bien por medio de maletines llenos a reventar de billetes.

Si usted, amigo lector, se quiere llevar las manos a la cabeza, puede llevárselas. Pero esto es algo que es vox populi; todo el mundo en Toledo, como decíamos antes, ya lo sabe y ya lo comenta. Así que la gente está desconcertada y asombrada, y lo que es peor, asustada, porque ahora no se sabe cuál va a ser la siguiente jugada de los excelentísimos señores del Ayuntamiento y del Gobierno regional de Castilla La Mancha.

El caso de Toledo es muy especial, porque existen aldeas, pueblos o poblaciones que han surgido artificialmente y que no albergan una historia, pero con la milenaria ciudad de Toledo, Patrimonio cultural de la Humanidad, no podemos permitirnos que ocurran este tipo de aberraciones, porque esto sí que son atentados contra el patrimonio histórico-cultural de todos, con el agravante de que son planificados y ejecutados por las autoridades locales establecidas.

Ahora es la gente común de la calle la que tiene que salir al paso para hacer frente a todas estas barbaridades urbanísticas que se están perpetrando en la sufrida ciudad de Toledo. Alguien tiene que echar el freno a tanto desmán urbano.

Y así han surgido movimientos civiles de ciudadanos para rebelarse contra el atropello histórico- cultural de la ciudad que persigue el Ayuntamiento. Tal es el caso de la conocida ya como "Plataforma X Toledo", una asociación ciudadana que ha plantado cara al poder y que ha luchado, y sigue luchando, para que las excavadoras no entren a saco y destruyan los restos culturales, valiosísimos a nivel mundial, de esta ciudad.


La batalla de los restos visigodos de la Vega Baja ha sido especialmente cruenta y se ha librado finalmente con victoria para la Plataforma y los ciudadanos, gracias a la acción heroica y ejemplar de un nuevo héroe popular que ha surgido en Toledo, Justo López, cuya actuación cívica ha sido decisiva para hacer retroceder las excavadoras municipales de los terrenos históricos visigodos.

Parece que la guerra cívica y arqueológica ha estallado en Toledo, como no podía ser de otra manera, entre los ciudadanos por un lado, que quieren conservar el legado histórico de su ciudad, y entre sus gobernantes por el otro lado, que actúan con ánimo de ocultamiento del patrimonio y bárbaramente, cometiendo ilegalidades, es decir, corruptamente.

-¡Enrique Lorente miente y el Ayuntamiento incumple la Ley! ¡El director general de patrimonio ha mentido a los toledanos!... Estas y otras acusaciones similares se alzan a viva voz desde la asociación de la Plataforma ciudadana por Toledo.

El mismo interés tienen los responsables políticos y religiosos de la ciudad de Toledo por el patrimonio histórico y por la limpieza del Río Tajo que por abrir al público La Cueva de Hércules, una parte muy importante del patrimonio histórico cultural de Toledo.

La Cueva de Hércules existe. Hay una serie de personas, relacionadas con los centros de poder de Toledo y con organizaciones oscuras, que han visto con sus propios ojos las pruebas materiales de la entrada del túnel desde el Callejón de San Ginés, y también hay personas en Toledo que han visto y palpado otras pruebas en los aledaños de la Cripta de la Catedral de Toledo, así como otro tipo de pruebas.

La Cueva de Hércules es un hecho, y ellos lo saben perfectamente que está ahí. Pero es que la cuestión es que no quieren abrirla a la luz pública para que todos los toledanos y españoles puedan verla.

Pues hay unas instrucciones claras del Vaticano de mantener la Cueva de Hércules escondida a toda costa, ya que piensan que el descubrimiento de este lugar perjudicaría sus intereses particulares. En este complot de ocultamiento colaboran todos los poderes públicos, desde el nivel local al nivel estatal. Víctimas de esta conspiración son los servidores del orden público, abogados, periodistas, y en definitiva, todos los trabajadores que de un modo u otro dependen de las esferas regionales y municipales, y por supuesto todos los ciudadanos.

Y después, desde los despachos oficiales, tienen la desvergüenza y la desfachatez de emitir órdenes de detención y persecución contra los investigadores que intentan salvar y recuperar el patrimonio común de todos, en este caso de la Cueva de Hércules, acusándoles encima de atentar contra el patrimonio, cuando resulta que los que actúan sin ningún tipo de pudor ni respeto contra el patrimonio de todos son los responsables que administran la ciudad, y encima llevándose el dinero crudo, a cambio de exterminar la historia de sus vecinos. ¡Menuda Caradura!...

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14 de mayo de 2008