Un estudioso de la historia de Toledo y de la Cueva de Hércules rebatía o mostraba su extrañeza a Alberto Canosa, pues decía que si la Torre de Hércules había existido realmente en Toledo, tal como sostenía el investigador Canosa, entonces no se explicaba cómo era posible que no hubiera constancia en los escritos referentes a la Hispania antigua, por parte de autores como Plinio y otros historiadores romanos, acerca de las maravillas de esta construcción portentosa en la ciudad de Toletum;
Y ¿cómo era posible que tampoco fuera recogida en otras obras artísticas, pictóricas o escultóricas? ... ¿Cómo pudo pasar desapercibida una maravilla arquitectónica como ésta a los ojos de la poderosa Roma?...
Es ésta una buena observación, que se merece una satisfactoria respuesta.
Desde la edificación de la Torre y Cueva de Hércules por el Rey Salomón, en Toledo, allá por el año 1037 antes de la Era común, Salomón personalmente dejó establecido que 12 hombres buenos y honrados de la ciudad de Toledo estuviesen a cargo y custodia de la Torre y Cueva de Hércules, para evitar que nadie extraño entrara en ella, cuidar de su limpieza y desperfectos, vigilar día y noche que nadie ajeno se acercase a la Torre o Cueva de Hércules, salvo lo que la ley establecida por Salomón decía.
Y lo que la ley establecida por Salomón decía, era que todo Rey que se coronase en Toledo pusiese un candado en la Puerta de la Cueva de Hércules, y que tuviese su residencia en Toledo, puesto que para ello se construyó una fortaleza o castillo que más adelante se llamó el Castillo de San Servando, para poder vigilar día y noche la seguridad de la Cueva y de la Torre de Hércules, y que a la muerte que sucediese de alguno de esos 12 hombres buenos y fieles, se sustituyese en voto y acuerdo común, por otro hombre elegido de Toledo de las mismas cualidades morales que los 11 restantes.
Y cuando acontecía la muerte de un Rey, su sucesor, al llegar a la corona, debía poner de nuevo un candado en la Puerta, sin tener que traspasarla nunca bajo ningún concepto, ya que de no guardarse estos preceptos la maldición caería sobre el Reino.
Desde el primer Rey godo, Recaredo, 587 a 601, hasta el último Rey godo Roderico o don Rodrigo en el año 711, pusieron todos los monarcas un candado en la Puerta de la Cueva de Hércules, salvo este último, Rodrigo, que por imprudencia temeraria y desobediencia, perdió el Reino, y murió semanas despues en la Batalla de Guadalete, en batalla desigual contra la invasión árabe, quedando como heredera su hija Egilona, casada más tarde con el General Abdalazis, después coronado Rey.
Y España efectivamente fué invadida por hordas árabes durante 8 siglos, exactamente 781 años, tal como pronunció la profecía, hasta el año 1492 en que por fin y definitivamente fueron expulsados los árabes de España, terminando y concluyendo la fatal Profecía de la Cueva de Hércules.
Generalmente los Reyes Godos tenían su Residencia en Toledo, aunque también otros Reyes Godos fijaron su residencia en Córdoba, y era costumbre allí que los Concilios Religiosos empezasen con un Ritual interesante que ha continuado hasta el día actual, el de beber los presentes en sentido ritual y místico, de una Jarra especial, que tenía la forma exacta a la Torre de Hércules, una Torre en forma de Cuba, sostenida por 4 leones metálicos que marcaban los cuatro puntos cardinales.
Esa tradición ha continuado a través de los siglos, la tradición ritual de beber al comienzo del Concilio en esa Jarra metálica de Córdoba, que tiene forma de cuba sostenida por los 4 leones metálicos.
Esa misma Jarra está vigente hasta el día de hoy en los Concilios generales de la ciudad de Córdoba, y sin darse cuenta de ello, se sigue celebrando el Ritual en el Concilio, sin saber los presentes y reunidos, el origen de los motivos artísticos de esa Jarra de los Concilios, pues no tienen la idea clara de conocer de dónde viene la representación de los 4 leones metálicos sosteniendo un envase en forma de cuba, que es exactamente la forma que tenía la Torre de Hércules, cuando ésta estaba en pie sobre un alto promontorio de Toledo.
En el verano del año 711 de nuestra Era, la noche en que el Rey Rodrigo entró en esa Cueva de Hércules, violando las leyes reales, la profecía se cumplió, y esa misma noche los ruidos que emitía la Torre de Hércules aumentaron en gran manera, lo cual hizo despertar al Rey Rodrigo y a la Corte que moraba en el castillo de San Servando, y al subir a las almenas, vieron con horror que una explosión gigantesca destruía la torre de Hércules, desparramando millones de sus pequeñas piedras por todo Toledo.
Y fué tal la magnitud del estruendo y estallido que todavía hoy perduran aquellas piedras de los restos del Palacio de Salomón, que el propio Rey construyó en el año 1037 antes de la Era común, como testimonio fiel a lo que aconteció aquella terrible y trágica noche.
En esta fotografía, vemos precisamente la Jarra de los Concilios de Córdoba, con los 4 leones metálicos sosteniendo la hercúlea Torre en sus espaldas. Una réplica que debió ser bastante fiel de la antigua Torre de Hércules.
Pero esta Jarra de Córdoba no es la única pieza histórico-artística que representa la Torre de Hércules, sino que existen muchos objetos similares por todo el mundo, representando el mismo motivo.
Hasta ahora y durante toda la Historia pasada, todas esas obras artísticas en las que se representaba la Torre de Salomón en Toledo, estaban ilocalizadas e inencontrables, y además en el caso de que hubieran salido a la luz en un momento dado, permanecían indescifrables, pues nadie hubiera podido interpretar su significado auténtico.
Pero dentro de muy poco tiempo empezarán a aparecer por doquier viejas pinturas y acuarelas y miniaturas, de la Torre de Hércules, tal y como la vieron los artistas de diferentes civilizaciones y épocas en Toledo, desde que Salomón, hijo de David, el Rey de Israel, la construyó con el poder sobrenatural que Dios le había concedido, en premio por la edificación del templo de Salomón en Israel para la adoración verdadera.
Pues ya ha llegado el tiempo que marca la Apertura del Legado de Salomon para el fín de los días.Y efectivamente. Están empezando a salir a la luz una gran cantidad de réplicas de la Torre de Hércules, por todo el mundo, y podemos citar como ejemplo, una antigua obra representada en la Catedral de Hereford, en Inglaterra, datada en el siglo XI.
La Torre que hay en Hereford, en forma de cuenco o cuba, conserva los grabados exteriores de las figuras de los 12 Guardianes Hebreos del Palacio de Salomón en Toledo. Se puede ver esta obra en una de las fotografías incluídas en la Galería de Imágenes de este Sitio Web.
En cuanto a los documentos escritos haciendo alusión a la Torre y Cueva de Hércules, son cientos las crónicas medievales, árabes, cristianas, y judías, que recogen la historia de la Torre Encantada y de la Casa de los Cerrojos, en multitud de ocasiones y documentos.
De ahí hacia atrás en el tiempo, en la época de los romanos y anterior, no se conocen documentos, o mejor dicho, no se han identificado los documentos que puedan hablar sobre la Construcción de Salomón en Toledo.
Claro, que también hay muchas cosas de las que no hay registro escrito en la Antigüedad, otras que se han quemado en la Biblioteca de Alejandría o se han destruído en mil incidentes, o se han extraviado, etc... Pero eso no quiere decir que esas pruebas no existan y que no puedan aparecer de un momento a otro.
O bien que ciertos escritos antiguos, estando presentes físicamente, pero ignorados y archivados en algún rincón perdido de alguna biblioteca del mundo, puedan igualmente ser, un día, identificados convenientemente.
De todos modos, no debemos olvidar que la Construcción de Salomón en Toledo era un legado que había que custodiar y mantener lo más incógnito posible hasta que llegara su fecha final de Apertura para la que fué construída. Y es por ello que también lo que queda de esta obra salomónica, La Cámara Subterránea, ha sido y está siendo preservada igualmente por fuerzas sobrenaturales.
Por todo ello, constancia histórica, cultural y artística sí que ha habido, la justa y medida, que cumple su papel de testimonio, para quien sepa descifrarlo, pero tampoco en exceso para no estropear los planes de la finalidad importante de la obra.
Por todo lo comentado anteriormente, era importante ahora sacar a colación algunas de estas réplicas artísticas, como la Jarra de Córdoba, para demostrar que sí que hay pruebas, algunas de ellas muy antiguas, que testifican y reproducen la importancia que tuvo un enclave sagrado en el mundo antiguo: La Torre de Salomón.
La Torre de Salomón, entre otras funciones, hacía un papel como el de un Faro, para indicar que allí se encontraba un enclave sagrado y especial para el mundo. Y todo indica que el Faro de la ciudad de La Coruña, llamado también La Torre de Hércules, está igualmente basado y viene a ser otra réplica más de la Torre sobrenatural de Toledo.
Claro que el Faro antiguo de La Coruña tenía una forma más genuina que el reconstruído y moderno Faro actual. Todavía existen representaciones gráficas muy antiguas que muestran la antigua forma de La Torre de Hércules en La Coruña, con una forma más cilíndrica y redondeada, a diferencia de su aspecto actual, más picuda y rectangular.
Y del mismo modo que en Toledo, la huella de un ser extraordinario, Hércules, que habría trabajado a las órdenes del Rey Salomón, también habría quedado impresa, en forma de leyenda, en la memoria y en el recuerdo de aquella legendaria ciudad de la costa de Galicia. La Torre-Faro de la Coruña podría ser la réplica más grande y todavía en activo, aunque modernizada, de la Torre Sagrada de Toledo.
Muy pronto se hará pública la Cueva de Hércules, que es el patrimonio de todos los toledanos, de todos los españoles, y de toda la humanidad, un patrimonio como ya se ha dicho en otros artículos, que la Alcaldía de Toledo, y la Consejería de Cultura de Toledo, y otras instituciones oficiales, religiosas, y herméticas de Toledo, quieren tapar a toda costa, por intereses privados y egoístas, siendo el patrimonio de todos los seres humanos.
Y este magnífico legado, sin duda, otorgará un esplendor cultural sin precedentes, así como beneficios económicos a toda la región de Castilla La Mancha, y a toda España en general, pues cuando La Cueva de Hércules se haga pública, atraerá hacia Toledo a millones de personas de toda la Tierra para ver esta maravilla, que Salomón, el Rey de Israel, construyó en el año 1037 antes de la Era común, con la gloria y el poder sobrenatural que el Dios verdadero le concedió.
En nuestra Galería de Imágenes hemos facilitado algunas representaciones artísticas basadas en la huella cultural que dejó en el mundo antiguo la Torre de Hércules de Toledo.
(Artículo escrito originalmente el 27 de Octubre de 2006)
La cueva de hercules y la mesa de salomon no esta en toledo capital asi que sigan custodiando algo que no tiene valor ninguno la cueva esta a salvo por haora por que nadie concuerda las pistas de salomon yom las he concuerdado y todo cuadra por eso se que no tienen nada
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